sábado, 27 de febrero de 2010
Los rostros de México,
En la Fototeca se encuentran colecciones de autor referentes, de manera específica, al registro de monumentos históricos. Tal es el caso de Manuel Ramos (colección integrada por mil 500 fotografías), notable fotógrafo que trabajó para la entonces Dirección de Monumentos Coloniales; además de otro ¿inspector de monumentos¿, Luis Limón, cuyo trabajo respaldó los logros institucionales.
Otros fotógrafos destacados, quienes continuaron esta labor de registro a partir de la segunda mitad de la centuria pasada, fueron Israel Katzman y José Antonio Rojas Loa ¿en las décadas de los sesenta y setenta del siglo pasado, respectivamente-, entre otros investigadores del INAH, y de los que, a su vez, es posible ubicar algunas de sus series en el acervo de la Fototeca de la CNMH.
¿Por otra parte, la Fototeca resguarda colecciones de originales de postales, en torno a diversos sitios de la Ciudad de México y demás estados de la República, de importantes editoriales mexicanas: la Compañía Industrial Fotográfica (CIF), La Rochester y la MRM. Algunas de las cuales están en exhibición, en la muestra 1920-1940. Centro Histórico, un entonces fotográfico, en el Museo Franz Mayer¿, expresó.
Los rostros de México definidos por la arquitectura. Impresiones de formas, estructuras y estilos de importantes edificaciones que han sobrevivido al paso del tiempo, así como tomas captadas por destacados fotógrafos como Guillermo Kahlo, Hugo Brehme, Winfield Scott y Manuel Ramos, entre otros, se encuentran a resguardo en la Fototeca de la Coordinación Nacional de Monumentos Históricos (CNMH).
Considerado el primer archivo fotográfico institucional del país y, por ende, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), la singularidad del mencionado acervo radica en la variedad de sus colecciones, su temporalidad y sus alcances nacionales, que en algunos casos rebasan un siglo y medio de haber sido fotografiados.
Sus impresiones vintage (término que hace referencia a la impresión hecha o supervisada por el autor de la imagen), sus negativos de distintos formatos y sus numerosas diapositivas, alcanzan el medio millón de fotografías identificadas, dispuestas a la consulta pública; más muchas otras se encuentran en proceso de identificación, como los registros provenientes de las zonas históricas en ciudades como Oaxaca.
Con orígenes institucionales que se remontan a las primeras décadas del siglo XX -incluye las fotografías que dieron origen al Catálogo Nacional de Monumentos Históricos, conforme a las disposiciones de la Ley del mismo nombre, de 1913 y validada en 1915-, en la Fototeca de la CNMH se encuentran distintos ejemplos del trabajo de destacados autores de la fotografía mexicana.
A decir de Georgina Rodríguez, responsable del área, las colecciones que la componen pertenecen a diversos rangos. En primer lugar, se encuentran las fotografías vintage. De esa manera, se ha rescatado un número considerable de imágenes originales tomadas por Guillermo Kahlo y Hugo Brehme (artista alemán, impulsor del pictoralismo fotográfico, avecindado en México en 1905).
En el pasado 2004, a 50 años del fallecimiento del artista, la Fototeca prestó algunas de las fotografías de Brehme a su custodia, para participar en la exposición México entre Revolución y Romanticismo, que tuvo lugar en Alemania, y de la cual se editó una publicación conmemorativa.
Para facilitar la búsqueda en su acervo, desde hace dos años la Fototeca de la CNMH, ha contado con el apoyo de la Dirección de Estudios Históricos (DEH) del INAH, en un proyecto conjunto denominado Zona Centro Ciudad de México (ZCCM), en el que se han depurado sus apartados fotográficos con la utilización de planos catastrales que permiten la ubicación de tomas, sobre una edificación o un autor específico.
Por ello, abundó Rodríguez, se tomó la decisión de crear fondos reservados de destacados ¿artistas de la lente¿. También se recuperaron algunas placas que datan de fines del siglo XIX, así como fotografías cuyo valor sobresale debido a la temática arquitectónica del propio archivo; se trata de copias fotográficas sobre negativos que ahora se encuentran en la Fototeca Nacional, en la ciudad de Pachuca, Hidalgo.
¿Un ejemplo de ello son las fotografías tomadas por Charles B. Waite y Winfield Scott (éste último trabajó para la compañía promotora de turismo, Sonora News Company, a fines del siglo XIX y en la primera década del XX), y aunque se trate de reproducciones, permiten seguir su trabajo acerca de las que antes se consideraban atracciones turísticas de México y, sobre todo de aspectos populares¿.
La labor que desempeña el acervo fotográfico de la CNMH, comprende también los registros que se generan día con día, como parte del quehacer de la propia Coordinación y la conformación de los catálogos de bienes inmuebles, de cada una de las entidades del país.
De ahí que para 2006, se espera tener cuantificado el universo de imágenes con las que cuenta la Fototeca, el cual rebasa el medio millón de fotografías, cifra que puede elevarse conforme aumenta el registro de los señalados catálogos estatales.
Uno de los principales retos que enfrenta la Fototeca, concluyó Georgina Rodríguez, es lograr su consulta a distancia para beneficio de los especialistas que requieran información sobre una edificación en específico. Cabe destacar que el ochenta por ciento de sus usuarios recurre a datos sobre aquellos inmuebles ubicados en el Centro Histórico, y el resto, en torno a las delegaciones del Distrito Federal y los estados.
La Compañía Nacional de Danza escenifica El Lago de los Cisnes en la isleta de Chapultepec.
En un majestuoso sitio y una joya de la danza clásica mundial permiten que seres humanos de todas las edades experimenten el viaje a un mundo fantástico donde la imaginación es la que reina. Es la escenificación de El Lago de los Cisnes.
Es la isleta del lago del Antiguo Bosque de Chapultepec donde cada año se recrea una experiencia estética para los espectadores a quienes cautiva la magia de este clásico de todos los tiempos.
El próximo sábado 27 de febrero, la Compañía Nacional de Danza (CND) de INBA-Conaculta nuevamente asumirá el reto de transportar al público mexicano y los visitantes a un universo fantástico donde los sueños se pueden volver una realidad, donde el amor predomina sobre la maldad.
Durante el ensayo general realizado este jueves, la agrupación demostró una vez más por qué es la máxima representante del ballet mexicano y el porqué esta joya dancística mantiene su belleza.
La coreografía de Lev Ivanov, en mancuerna con Marius Petipa, así como la música de Piotr Ilich Tchaikovsky, y la ejecución la Compañía Nacional de Danza producen un espectáculo único.
Desde el arribo al lugar comienza el hechizo. El paisaje arbolado, el movimiento del agua al compás del aire y los guiños de la Luna que se espejea en el lago embelesan a aquellos que están dispuestos a seguir creyendo en las historias encantadas.
Todo comienza en los jardines de un espléndido castillo que se alza entre el follaje de os árboles. Es la fiesta de Sigfrido, quien tiene la encomienda de elegir a la mujer que lo acompañará toda la vida. Sin embargo, es durante una aventura de cacería con sus amigos cuando conoce al amor de su vida, la joven que forma parte de un grupo de mujeres convertidas en cisnes por un malvado hechicero.
De los grandes momentos sobresalen los solos de los personajes de Odette, Odile y Sigfrido, pues sus intérpretes explotan al máximo su capacidad corporal para proyectar la fuerza y energía que requieren sus papeles en la historia expresada en danza.
La batalla que enfrenta Rothbart contra la bondad mantiene atento al público que es testigo de este enfrentamiento cobijado por un singular juego de iluminación.
Cada año la temporada de El Lago de los Cisnes es especial; sin embargo, esta vez lo es más para los primeros bailarines Raúl Fernández y Sandra Bárcenas, quienes ha anunciado su retiro este 2010, de ahí que su intervención como Odette y Sigfrido esté cargada de nostalgia.
Son más de 120 intérpretes en escena los que permite una recreación de este ballet estrenado en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877, el cual fue retomado acertadamente por la Compañía Nacional de Danza desde 1977, que ha dado más de 800 funciones en este escenario natural.
La XXXIV temporada de El Lago de los Cisnes es organizada por el Conaculta y el INBA, en colaboración con la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, la Dirección General del Bosque de Chapultepec, la Dirección General de Zoológicos de la Ciudad de México, el Festival Internacional Cervantino y la Dirección del Zoológico de Chapultepec.
El ballet podrá ser apreciado a partir de este sábado 27 de febrero. Las funciones serán de miércoles a domingos, a las 20:00 horas. Permanecerá hasta marzo.
Es la isleta del lago del Antiguo Bosque de Chapultepec donde cada año se recrea una experiencia estética para los espectadores a quienes cautiva la magia de este clásico de todos los tiempos.
El próximo sábado 27 de febrero, la Compañía Nacional de Danza (CND) de INBA-Conaculta nuevamente asumirá el reto de transportar al público mexicano y los visitantes a un universo fantástico donde los sueños se pueden volver una realidad, donde el amor predomina sobre la maldad.
Durante el ensayo general realizado este jueves, la agrupación demostró una vez más por qué es la máxima representante del ballet mexicano y el porqué esta joya dancística mantiene su belleza.
La coreografía de Lev Ivanov, en mancuerna con Marius Petipa, así como la música de Piotr Ilich Tchaikovsky, y la ejecución la Compañía Nacional de Danza producen un espectáculo único.
Desde el arribo al lugar comienza el hechizo. El paisaje arbolado, el movimiento del agua al compás del aire y los guiños de la Luna que se espejea en el lago embelesan a aquellos que están dispuestos a seguir creyendo en las historias encantadas.
Todo comienza en los jardines de un espléndido castillo que se alza entre el follaje de os árboles. Es la fiesta de Sigfrido, quien tiene la encomienda de elegir a la mujer que lo acompañará toda la vida. Sin embargo, es durante una aventura de cacería con sus amigos cuando conoce al amor de su vida, la joven que forma parte de un grupo de mujeres convertidas en cisnes por un malvado hechicero.
De los grandes momentos sobresalen los solos de los personajes de Odette, Odile y Sigfrido, pues sus intérpretes explotan al máximo su capacidad corporal para proyectar la fuerza y energía que requieren sus papeles en la historia expresada en danza.
La batalla que enfrenta Rothbart contra la bondad mantiene atento al público que es testigo de este enfrentamiento cobijado por un singular juego de iluminación.
Cada año la temporada de El Lago de los Cisnes es especial; sin embargo, esta vez lo es más para los primeros bailarines Raúl Fernández y Sandra Bárcenas, quienes ha anunciado su retiro este 2010, de ahí que su intervención como Odette y Sigfrido esté cargada de nostalgia.
Son más de 120 intérpretes en escena los que permite una recreación de este ballet estrenado en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877, el cual fue retomado acertadamente por la Compañía Nacional de Danza desde 1977, que ha dado más de 800 funciones en este escenario natural.
La XXXIV temporada de El Lago de los Cisnes es organizada por el Conaculta y el INBA, en colaboración con la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, la Dirección General del Bosque de Chapultepec, la Dirección General de Zoológicos de la Ciudad de México, el Festival Internacional Cervantino y la Dirección del Zoológico de Chapultepec.
El ballet podrá ser apreciado a partir de este sábado 27 de febrero. Las funciones serán de miércoles a domingos, a las 20:00 horas. Permanecerá hasta marzo.
Restauran primeras fotos de la Columna de Independencia, de Antonio Rivas Mercado.
Alumnos de la Escuela Nacional de Conservación del INAH realizan la restauración de una colección de fotografías de un siglo de antigüedad, relativas a los planos y maquetas de los proyectos de monumentos y esculturas —entre ellas la Columna de la Independencia—, que participaron en el concurso convocado por el entonces presidente de México, Porfirio Díaz, para conmemorar el centenario del movimiento independentista.
Se trata de 32 imágenes que el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta) restaura en los talleres de su Escuela Nacional de Conservación, Restauración y Museografía (ENCRyM), captadas a finales del siglo XIX y los primeros años del XX.
De mediano formato, las placas muestran los nombres de los arquitectos y escultores que desarrollaron cada proyecto, pero no identifican a los fotógrafos que las captaron, informó la restauradora Fernanda Valverde, coordinadora de la Especialidad en Conservación y Restauración de Fotografías.
Entre los autores de los planos se encuentran los arquitectos Emilio Dondé y Antonio Rivas Mercado, este último creador del también llamado Monumento a la Independencia, así como otros profesionales que trabajaron bajo el mando del francés Emilio Benard, en el proyecto del Palacio Legislativo que se construiría en el lugar que hoy ocupa el Monumento a la Revolución.
La especialista del INAH indicó que hasta el momento se ha logrado concluir la restauración de ocho imágenes del total del conjunto que forman parte del acervo del Centro Nacional de Investigación, Documentación e Información de Artes Plásticas (Cenidiap), del Instituto Nacional de Bellas Artes.
“La restauración ha implicado mucho trabajo de limpieza; se les eliminaron hongos, polvo, tierra y manchas, y se consolidaron los soportes para evitar su rotura”, detalló Valverde, al abundar que entre las fotografías ya restauradas y devueltas al Cenidiap, destacan cuatro de la Columna de la Independencia, la del plano del Palacio Legislativo, de la llamada fuente monumental que nunca se construyó y de una escultura no identificada.
Así mismo, la experta comentó que con la participación de alumnos del posgrado en Conservación y Restauración de Fotografías de la ENCRyM, también se realiza la intervención de obras producidas por el fotógrafo del siglo XIX Claude Joseph Desire Charnay, que son sometidas a un extenso estudio técnico e histórico que incluye el análisis de sus materiales constitutivos mediante técnicas especializadas, como el uso de fluorescencia de rayos X.
La colección está compuesta por una vista panorámica de la Ciudad de México, captada en 1858 —de gran mérito técnico y artístico—, y el Álbum de Fotografías de Sitios y Ruinas Americanas, tomadas por el fotógrafo francés en 1863 durante su viaje a México, en el cual se reúnen imágenes de sitios arqueológicos como Uxmal, Mitla y Chichén Itzá.
En el caso del álbum, Fernanda Valverde indicó que todas las imágenes se encuentran cubiertas por una gruesa capa de barniz amarillento que oculta las fotografías. “Es una cubierta difícil de eliminar que requiere de muchos estudios para no perjudicar a la imagen”.
Ambas obras —pertenecientes a la Mapoteca Manuel Orozco y Berra de la Secretaria de Agricultura— se encuentran en evaluación para establecer la mejor propuesta de restauración y ejecutarla con los estudiantes y bajo la coordinación de docentes del posgrado.
Por otra parte, Valverde anunció que el próximo 26 de febrero será el último día para el registro de aspirantes y recepción de documentos para la Especialidad en Conservación y Restauración de Fotografías, Ciclo 2010–2011, y que está abierta a nivel internacional.
Cabe mencionar que el programa de estudios de este posgrado se integró con la colaboración de especialistas de Francia y Estados Unidos, así como de otras partes del mundo, quienes además de brindar asesoría a distancia, arriban a México para impartir talleres intensivos.
Mayores informes en la página www.encrym.edu.mx , al correo electrónico especialidadfotografia@gmail.com, o a los teléfonos
lunes, 8 de febrero de 2010
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