sábado, 27 de febrero de 2010

La Compañía Nacional de Danza escenifica El Lago de los Cisnes en la isleta de Chapultepec.

En un majestuoso sitio y una joya de la danza clásica mundial permiten que seres humanos de todas las edades experimenten el viaje a un mundo fantástico donde la imaginación es la que reina. Es la escenificación de El Lago de los Cisnes.

Es la isleta del lago del Antiguo Bosque de Chapultepec donde cada año se recrea una experiencia estética para los espectadores a quienes cautiva la magia de este clásico de todos los tiempos.

El próximo sábado 27 de febrero, la Compañía Nacional de Danza (CND) de INBA-Conaculta nuevamente asumirá el reto de transportar al público mexicano y los visitantes a un universo fantástico donde los sueños se pueden volver una realidad, donde el amor predomina sobre la maldad.

Durante el ensayo general realizado este jueves, la agrupación demostró una vez más por qué es la máxima representante del ballet mexicano y el porqué esta joya dancística mantiene su belleza.

La coreografía de Lev Ivanov, en mancuerna con Marius Petipa, así como la música de Piotr Ilich Tchaikovsky, y la ejecución la Compañía Nacional de Danza producen un espectáculo único.

Desde el arribo al lugar comienza el hechizo. El paisaje arbolado, el movimiento del agua al compás del aire y los guiños de la Luna que se espejea en el lago embelesan a aquellos que están dispuestos a seguir creyendo en las historias encantadas.

Todo comienza en los jardines de un espléndido castillo que se alza entre el follaje de os árboles. Es la fiesta de Sigfrido, quien tiene la encomienda de elegir a la mujer que lo acompañará toda la vida. Sin embargo, es durante una aventura de cacería con sus amigos cuando conoce al amor de su vida, la joven que forma parte de un grupo de mujeres convertidas en cisnes por un malvado hechicero.

De los grandes momentos sobresalen los solos de los personajes de Odette, Odile y Sigfrido, pues sus intérpretes explotan al máximo su capacidad corporal para proyectar la fuerza y energía que requieren sus papeles en la historia expresada en danza.

La batalla que enfrenta Rothbart contra la bondad mantiene atento al público que es testigo de este enfrentamiento cobijado por un singular juego de iluminación.

Cada año la temporada de El Lago de los Cisnes es especial; sin embargo, esta vez lo es más para los primeros bailarines Raúl Fernández y Sandra Bárcenas, quienes ha anunciado su retiro este 2010, de ahí que su intervención como Odette y Sigfrido esté cargada de nostalgia.

Son más de 120 intérpretes en escena los que permite una recreación de este ballet estrenado en el Teatro Bolshoi de Moscú en 1877, el cual fue retomado acertadamente por la Compañía Nacional de Danza desde 1977, que ha dado más de 800 funciones en este escenario natural.

La XXXIV temporada de El Lago de los Cisnes es organizada por el Conaculta y el INBA, en colaboración con la Secretaría de Cultura del Gobierno del Distrito Federal, la Dirección General del Bosque de Chapultepec, la Dirección General de Zoológicos de la Ciudad de México, el Festival Internacional Cervantino y la Dirección del Zoológico de Chapultepec.

El ballet podrá ser apreciado a partir de este sábado 27 de febrero. Las funciones serán de miércoles a domingos, a las 20:00 horas. Permanecerá hasta marzo.

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